LA ESPERANZA

Prefiero no inundar mi mente con pensamientos negativos. ¿Para qué? Eso sólo puede resultar perjudicial. Siempre he intentado afrontar las cosas sin reparos, me parece que es la única manera de salir adelante.

Mencionaba en otro post que, dentro de lo malo, debemos tener esperanza. La suerte de vivir en países donde los tratamientos y la atención médica es accesible hay que tenerla en cuenta.

Desde un punto de vista más amplio, esta vida es una incertidumbre. Vivimos y avanzamos sin saber hasta cuando. Todos nacemos de la misma manera pero hay tantas formas distintas de irnos... Yo no pienso que ser seropositivo sea algo fatal. Ciertamente, cada persona vive el drama de una manera distinta, pero en la actualidad es una enfermedad que llega, en general, a ser controlable, con sus problemas secundarios, eso sí. Sin embargo, repito, lo peor para mí es la ocultación social.

Imaginad la gente que no hace pública su homosexualidad por temor social, por represión. Pues esto sería igual, o aún peor.

Tampoco necesito pregonar nada a los cuatro vientos, pero ojalá llegara el día en que estar enfermo no sea tener un estigma. Es esta una historia vieja ya, ha ocurrido en la historia con muchas enfermedades. Nada nuevo.