Después de esta pausa para comentar alguna cosa sobre el tratamiento, quería hablar de mi actitud ante el sexo, como me había prometido a mi mismo. Este ya es un tema que me causa cierto pudor, no por contarlo aquí, ya que esto es algo muy anónimo, sino para mi mismo. En fin, es como afrontarlo.
Antecedentes: ¿Cómo era mi vida sexual antes de todo esto? Pues he sido un hombre de pocas parejas, en absoluto promíscuo y nunca me ha ido el sexo rápido ni ligar en sitios de ambiente, etc. Es mi forma de ser, no digo que sea mejor o peor. De esta manera, he tenido algunos amantes durante mucho tiempo: uno de juventud (6-7 años duró aquello), luego un par de compañeros durante 3 años cada uno. En fin, esas historias, más que romperse, acabaron porque así es la vida, sin malos rollos sino por que los destinos se bifurcan en ocasiones. El sexo con estas parejas era bueno a muy bueno, según con quien y mi grado de compenetración. Siempre me ha gustado el sexo tranquilo pero apasionado, agotando todas las posibilidades que el cuerpo nos ha dado para el placer. Después he tenido un amigo-amante, no realmente una pareja, durante mucho tiempo (7-8 años); es una relación de compañerismo, amistad y sexo, pero nunca nos propusimos ser pareja. Fue durante esta historia cuando me contagié del virus (cómo me contagié es otra historia que no viene a cuento ahora). Afortunadamente, él salió indemne de esto y, he de decir, que nuestra relación no ha cambiado. Excepto en el sexo. No es que no exista sexo ya, pero es mucho-mucho más esporádico y también menos intenso.
¿Por qué? Yo me corto mucho y para mi todas las precauciones son pocas. No quiero que se contagie. De ahí que el sexo oral ha desaparecido. Muchas veces son masturbaciones y, en raras ocasiones, sexo anal (con preservativo, claro).
Durante un tiempo mi libido disminuyó mucho, supongo que por el estado de ánimo. En otras ocasiones estoy muy encendido...
Esta hiper-precaución la he generalizado (teóricamente) con el resto de los tíos. Digo teóricamente porque, en la práctica, no he tenido sexo con nadie más desde el contagio.
Me gustaría tenerlo, pero es un dilema muy grande. De por sí yo ya era y soy muy cortado para buscar sexo puramente. Pero ahora no soy capaz, no quiero poner a nadie en riesgo. No puedo ir diciendo a todo el que se me presenta (en un chat o donde sea) que soy vih+. Automáticamente eres ignorado. Tampoco quiero mentir.... Sin embargo, para ese tipo de sexo, si es seguro, ¿podría callarme? Es complicado. Hablando claro: ¿qué se puede hacer sin incurrir en inseguridades y sin decir nada? El sexo oral descartado... Vale, con preservativo... eso no lo quiere nadie. Masturbarse sí..., ¿poca gente quiere eso nada más? Ni siquiera la proliferación de hombres casados que buscan sexo con otros hombres se contentan con eso.¿Sexo anal? Ok, esto está aceptado con condón de forma general..., pero aunque me guste el sexo anal, prefiero otras cosas que no me gustaría dejar de lado.
¿Qué hacer?
Me gustaría, por eso, conocer alguien vih+, ya sea via chat, messenger, en directo.... Para compartir todo esto. ¿Qué hace el resto? ¿Qué hace la gente que no es vih+ pero sí tiene hepatitis B (que es muchísimo más contagiosa que el vih?
A veces he pensado que sólo podré tener sexo como antes, como me gustaba y me gusta, con alguien también vih+. Pero si ya es difícil congeniar con cualquiera, encima poner esas restricciones es ya encontrar una aguja en un pajar.
Ante todo yo soy responsable y no quiero poner a nadie en riesgo.
No sé si algún día saldré de este atolladero.